Caminando por Gran Avenida, comienzo a recordar mi época de Liceo. Siempre camine. No lo hacia por no gastar plata, solo por el simple hecho de caminar y sentir las hojas moverse cuando infantilmente las pateaba haciéndoles cagar la pega diaria a los "pelados" de la Fuerza Aérea.
Pasando por el Supermercado, veo pasar a mucha gente con diferentes rostros, lo que me lleva a imaginar que están pensando... puede ser algún problema en la pega, algunos con cara de "chicha" pensando en el siguiente viernes para entrar al acostumbrado "cuchitril"... hasta alguien pensando en un atentado, (esa wea igual fue cuatica... tenia cara de terrorista el weón)
La cosa es que cambio de pensamientos tan rápido, que paso de un par de zapatos nuevos a imaginar que los aviones que están apostados en la FACH aun funcionan y en alguna guerra me podrían subir a uno y matar peruanos. (No tengo nada en contra de los peruanos, pero se me vino a la mente de inmediato XD)
En algún momento, un niño descuidado cruza la calle sin el permiso de la mama (no es el cuento de los 3 chanchitos... así paso la wea nomás jajajaja) y comenzó la maquinación de no mas de 1 minuto, que detono una fantasía impresionante.
En un segundo, un auto se apresura a cruzar con luz amarilla y de improviso, puedo vislumbrar a aquel niño cayendo en el parachoques del automóvil, dejándolo casi muerto por el impacto. entonces, sin previo aviso de mi cordura, corro lo mas veloz que puedo (que en mi imaginación era en cámara lenta, por supuesto, pero todo lo demás era mas lento aun) y tomo al niño de tal manera como alguna vez una gallina por el frío arropa a sus pollitos (sonó linda la wea ha? jajajaj)
la cosa es que, gracias a mi proeza de "Héroe Espartano" los dos salimos disparados por delante del automóvil y mientras volábamos, podía observar la mirada de terror de aquel automovilista acelerado, donde incluso, pude ver como asomaba una lagrima de culpas y miedos.
Caí de espaldas, mi brazo estaba vuelto para otro lado, mi pierna tenía una fractura expuesta, por donde manaba sangre que necesitaba para poder llegar a un hospital... si es que me daba la oportunidad. El niño aquel, solo recibió un "pelón" en su frente, debido a que no actúe con la celeridad requerida, pero aun así... nunca lo solté, por lo que salve su vida.
la gente se agolpo alrededor mío con expresiones de fatalidad al ver mi futuro cadáver "heroico" tirado en aquel paradero 31 de Gran Avenida...aquel niño lloro por ver como la vida me era arrebatada después de una buena acción… aquel niño estaba perdiendo la fe en Dios.
La madre de aquel pequeño, tomose de mi mano y con su mirada perdida en mocos y lagrimas me dijo: "SABE DONDE QUEDA LA CALLE OBSERVATORIO?"
Y así, sin anestesia y de súbito, me encuentro frente a la Fuerza Aérea mirando hacia el interior, entrampado en mi imaginación.
- queda unas cuadras mas adelante- le dije a aquella desconsiderada mujer que sacome de aquel soliloquio imaginativo.
- gracias- se alejo, junto con mi fantasía.
Lo bueno es que tenía buen culo, así que logre configurar mentalmente otra historia que no es apta para sus mentes jajajajajajaja
Saludos!
jueves, 9 de julio de 2009
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