martes, 25 de agosto de 2009

CRONICA DE "un niño...un hombre... un heroe"

Cuando la vida te da punta pies en los cocos, hay quienes se retuercen de dolor, otros que lloran, otros que aguantan interpretando el papel de "macho recio". Pero hay quienes sonríen, le dan un abrazo al que patea y lo invitan a una jornada de Pilsen y videojuegos para aliviar las penas, conversar de amor y arreglar el mundo... esa clase de persona es mi hermano.

Un conchesumadre digno de cualquier historieta de cómics geek donde, de un cuadro a otro, interpreta a un Pokemon, un “GERS” y una polilla sin tener por ello que recriminarse por algún narizota puntiaguda que lo tache de infantil.

Un héroe de acción real, que alcanza 100 niveles de kaioken por defender a los que ama y se transforma en el Padre Hurtado para consolarte, vestirte y curar tus heridas mentales...

Un niño con tendencia a hombre que es feliz no por lo que tiene o podría tener... sino porque configuro su vida así, con la simplicidad de una caricia...

Un kiltro con cabeza grande y mirada humilde, que invita al alcohólico de turno a un paseo bajo su protección

Ese es mi hermano... un hombre complejamente simple, un tonto intelectualoide, un amigo imaginario ideal...

El sabe mas de lo que entiende, ama mas de lo que siente, vive sin vivir la vida, corre sin esperar llegar al final, sonríe porque falta risa en el mundo...

Es un niño... un hombre...un héroe... y logro transformarse en una leyenda urbana...

felicidades por tu cumpleaños 30 Kangrejo!

sábado, 22 de agosto de 2009

CRONICA de "unas nalgas envueltas en llamas"

-y como has estado tu?- preguntaba a la Nita, tratando de que mi voz sonara algo encantadora para coquetear, sin éxito alguno por lo demás.

- bien- respondiome la negra sin ninguna escaramuza que determinara en mi cabeza un flirteo con sabor a lujuria. Derrepente, sin ningún aviso, de un local que estaba a solo pasos de nosotros, sale despedida una silla por la ventana y un negrón africano de metro ochenta sale corriendo como si un leopardo fuera a comérselo en la sabana.

En un instante, sin tiempo de rumiar lo sucedido, concordamos con la negra una detención telepática y nos quedamos parados, viendo que más acontecía en el local.

La gente comienza la aglomeración alrededor del sucucho y todos nos espantamos cuando comienza a salir fuego. Las lenguas me recordaron a Gene Simons en algún concierto con K.I.S.S blandiéndose cual espada de alguna película china de lo más rancia y underground.

-TRAE EL EXTINTOR!!!... SALE WEON... AYUDA!!!- se escuchaba entre pasos y micros estresadas, cuando por arte de magia comienzan a desfilar las ninfas cafeteras que estaban dentro de aquel localcillo, con sus uniformes de trabajo, elaborados a base de un hilo dental y un par de autoadhesivos de caritas felices en cada pezón mamoneable.

Las nalgas salían una a una a un ritmo acelerado, siendo abofeteadas por las llamas que parecían patrón de fundo a la antigua.

El desfile fue completo. Salieron las rubias oxigenadas en topless con brillos en los hombros y con el culo medio sonrojado, que de no ser por la situación del incendio, pensaría que no era un rojo de vergüenza, mas bien el minuto feliz de nangazos colombianos. Luego salio una morena alta y de nariz elegante, que lucia una chaqueta de cuerina prestada por algún buen samaritano, pero que no cubría aquellos cachetes de naranja entumecida. Por ultimo salieron dos chiquititas de pelo rojo y castaño que lucían un taparrabo odontológico de excepcional calidad, ya que las nalgadas de aquella lengua de fuego no pudieron quemar el uniforme, aun cuando les dejo un par de ampollas coquetonas en sus "fesses".

- brigido!!- fue el comentario mas acertado que pude esbozar en mis labios ante la performance criolla incendiaria.

El morbo y la impresión tenían a la Nita perpleja mirando la escena, pero no podía dejar de observar el show.

Al final apagaron el amague de incendio entre llantos de las cafeteras y la hidalguía de los locatarios que prestaron ayuda, así que seguimos nuestro camino hacia la piojera... con la esperanza de tal vez, empezar nuestro propio incendio privado, entre viejos pipeñeros y boleros de puertos olvidados.



Saludos.

domingo, 9 de agosto de 2009

CRONICA de "una hermosa herida"

Derrepente, caminando en algún recoveco de Santiago centro, visitando algún cochitril mal oliente, me dispongo a tomar la micro que hace mucho había olvidado por el metro tren, así que mi dirección ese día tomo un rumbo olvidado hace años.

Arreglo mi bolso al lado de mi mano izquierda y saco el MP3 para escuchar una canción de "Sin Bandera" que me transporto a un tiempo de amor y felicidad, por allá por el sur... mi querido sur.

No miraba hacia adelante, pues mi caminar es bastante lerdo y entrampado, lo que me provoca a un andar con la cabeza gacha para no tropezar con alguna huea y pasar un mal rato.

De pronto, algo me hace levantar la mirada y a lo lejos, cerca de un paradero transantiaguistico, diviso una silueta y un andar familiar, que de alguna manera revolvió mi estomago, dándome a probar nuevamente, una tortilla de coliflor que aquella tarde mastique en el almuerzo.

No necesitaba verla, no olerla, ni sentirla para saber que era ella. aquella mujer hermosa y orgullosa que fue el único amor que he conocido hasta este momento.

Me ruborice de inmediato y casi al unísono, logro sentir una bocanada de aquel aroma a frutas que cada noche me invitaba a besarla y decir "te amo negra".

Mis ojos querían llorar y no sabían por que; mis manos querían hacer algo pero no lograban entender por que se quedaban sudorosas y quietas en los bolsillos ficticios de alguna chaqueta inexistente.

Cada uno de los pasos que daba, eran de un estúpido errante en la Gran Metrópolis; que a estas alturas de revoltijo mental, ya no me parecía tan grande, debido a este encuentro infortuitamente deseado… hace muchos años.

Estaba mucho mas hermosa que aquella vez cuando me dijo "ya no te amo" y su mirada había adquirido una seguridad de verdad y no aquella que se escondía bajo el alero de una fulana altanera dispuesta a humillar a cualquiera para pagar los pecados de su inseguridad.

Cuando nos cruzamos, alcé la cabeza mentirosamente para no parecer un estúpido que espero casi 2 cuadras para el encuentro y mire sus ojos; esos ojos que resaltaban en su piel hermosamente pintada de color canela remojada en un Ron añejo.

Me miró y aquellos 2 segundos donde mi garganta apretose tanto que no me dejo respirar, se convirtieron en un escena digna de un película de amores lloriqueantes.

- que bella está...que hermosa...- pensaba mientra palpaba aquellos 13 cabellos que me rozaron justo antes de que desapareciera de mi periférica visión de mierda.

No me reconoció.

Seguí caminando, pensando un instante en darme vuelta y confiando además, en que ella estaba haciendo lo mismo... pero no pude hacerlo, el miedo me fracturo el cuello enamoradizo.

Ella no me reconoció. No porque hoy por hoy, físicamente este distinto; o porque se haya hecho la hueona, sino porque lo único que hacia que fuese donde fuese nos miráramos como adolescentes enamorados se había ido... no me reconoció porque ya no me amaba...


Pero yo si a ella. Yo si la reconoci...


saludos!