sábado, 22 de agosto de 2009

CRONICA de "unas nalgas envueltas en llamas"

-y como has estado tu?- preguntaba a la Nita, tratando de que mi voz sonara algo encantadora para coquetear, sin éxito alguno por lo demás.

- bien- respondiome la negra sin ninguna escaramuza que determinara en mi cabeza un flirteo con sabor a lujuria. Derrepente, sin ningún aviso, de un local que estaba a solo pasos de nosotros, sale despedida una silla por la ventana y un negrón africano de metro ochenta sale corriendo como si un leopardo fuera a comérselo en la sabana.

En un instante, sin tiempo de rumiar lo sucedido, concordamos con la negra una detención telepática y nos quedamos parados, viendo que más acontecía en el local.

La gente comienza la aglomeración alrededor del sucucho y todos nos espantamos cuando comienza a salir fuego. Las lenguas me recordaron a Gene Simons en algún concierto con K.I.S.S blandiéndose cual espada de alguna película china de lo más rancia y underground.

-TRAE EL EXTINTOR!!!... SALE WEON... AYUDA!!!- se escuchaba entre pasos y micros estresadas, cuando por arte de magia comienzan a desfilar las ninfas cafeteras que estaban dentro de aquel localcillo, con sus uniformes de trabajo, elaborados a base de un hilo dental y un par de autoadhesivos de caritas felices en cada pezón mamoneable.

Las nalgas salían una a una a un ritmo acelerado, siendo abofeteadas por las llamas que parecían patrón de fundo a la antigua.

El desfile fue completo. Salieron las rubias oxigenadas en topless con brillos en los hombros y con el culo medio sonrojado, que de no ser por la situación del incendio, pensaría que no era un rojo de vergüenza, mas bien el minuto feliz de nangazos colombianos. Luego salio una morena alta y de nariz elegante, que lucia una chaqueta de cuerina prestada por algún buen samaritano, pero que no cubría aquellos cachetes de naranja entumecida. Por ultimo salieron dos chiquititas de pelo rojo y castaño que lucían un taparrabo odontológico de excepcional calidad, ya que las nalgadas de aquella lengua de fuego no pudieron quemar el uniforme, aun cuando les dejo un par de ampollas coquetonas en sus "fesses".

- brigido!!- fue el comentario mas acertado que pude esbozar en mis labios ante la performance criolla incendiaria.

El morbo y la impresión tenían a la Nita perpleja mirando la escena, pero no podía dejar de observar el show.

Al final apagaron el amague de incendio entre llantos de las cafeteras y la hidalguía de los locatarios que prestaron ayuda, así que seguimos nuestro camino hacia la piojera... con la esperanza de tal vez, empezar nuestro propio incendio privado, entre viejos pipeñeros y boleros de puertos olvidados.



Saludos.

2 comentarios:

Arkaitse dijo...

Brigido, sin duda!
Faltó la tecnología de los celulares con cámara...
Hubiese sido chori hacer una votación de las nalgas más rubicundas.

UndertrucheR dijo...

jajajaa lo pense... pero la sinvergüenzura no me alcanzo para un recuerdo fotografico jajajajaja,

saludos y gracias por el comentario