martes, 13 de octubre de 2009

CRONICA DE una historia de aquellas... las de antaño

- vamos a ir todos o solo tu y yo?- fue el mensaje que logro articular en el celular mi gallardía de aquel 17 de septiembre.

Estábamos uno frente al otro, en una misma mesa, bebiendo de la misma cerveza y compartiendo con uno que otro contertulio laboral, luego de una festividad dieciochera en la pega.

No podía decirle en la cara lo que mi imaginación urdía y trataba de transmitir en cada una de las miradas furtivas que lanzaba en algún descuido de los compañeros de labores.

- no lo se- respondiome cuando su compañero de banco fue al baño a eliminar lo que por lógica nos deja la cerveza. Mis pensamientos no se coordinaban muy bien, ya que sentía la necesidad de estar solo con ella, que nadie mas nos mirara, que nadie nos separara, aunque fuera tan solo para observar aquellos ojos que hoy hacen que pierda poco a poco la cordura calculadora de un hombre socialmente construido para ganador.

Siguieron las risas, los cantos, el baile, un trago más, cuando de pronto, comenzamos a irnos al evento del bicentenario en una peregrinación de 5 almas. En un instante me adelante y antes de comenzar a pensar, me deje llevar por el sentimiento que aquella mujer encendía dentro de mí y arremetí con un nuevo mensaje de texto cobardemente escrito.

- arráncate conmigo?...- fueron las dos palabras que englobaron mis sentimientos por ella y que detonaron una espera eterna por su mensaje devuelta...

seguimos caminando y llegamos al metro entre mis pensamientos de "PUTA QUE SOY AWEONAO" y "LE HABRA LLEGADO EL MENSAJE?"

cuando tomamos el metro se apoderaron de mi las emociones mas oscuras por no haber podido seducirla y haberla llevado 5 minutos mas para estar con ella solos... pero derrepente, uno de nuestros peregrinos impertinentes llegando a metro Moneda pregunto a la pequeña risueña:

- vamos? vas a la moneda?- y en una centésima de segundos, ella le responde
- no, yo me voy a la casa- mirándome cual cómplice de una treta elaborada hace meses...

- yo también me voy- conteste comprendiendo que ella había correspondido aquel mensaje, mensaje que a esas alturas sentía haber enviado hace años...

se bajaron los peregrinos y siguieron rumbo a la moneda a rendirle culto a la música popular, mientras nosotros seguimos en el metro mirándonos y riéndonos de aquel episodio truculento.

como también íbamos a la moneda, nos bajamos 3 estaciones mas adelante con la esperanza de no encontrarnos con nadie y poder estar solos entre miles de personas...

cuando bajamos en Rondizzonni, ella me hablaba de tantas cosas que mi cabeza no podía retener, por la alegría de haberme escogido y porque cada vez que veo sus ojos puedo perderme eternamente...

en un momento de descuido cerebral, mi corazón tomo control de la situación y solo mis sentimientos actuaron... la mire a los ojos mientras me hablaba y le dije:

- tengo unas ganas enormes de besarte...emmm dicen que no hay que pedirlo... emm mm emmm.. hay que hacerlo... emm- lograba articular con nervios histéricos y manos sudorosas...

ella solo me miraba con sus ojos llenos de risas y belleza... sin respuesta de sus labios... pero aceptando lo que la complicidad anterior había dispuesto para los dos...

tome su rostro y la bese...

las palabras, incluso hoy, faltan para describir la hermosura del momento...

cuando ven las películas de antaño donde se detiene el tiempo, debo decirles que no es así, ya que el tiempo sigue corriendo y es el momento que queda para siempre...

luego nos abrazamos y la vida cambio... la vida me entrego un regalo que todos los días me enseña algo nuevo, algo mágico, algo así como las historias que nos cuentan las películas antiguas...

somos un milagro en un mundo de mentiras y trampas...

somos como una historia de antaño... pero una historia que día a día reescribimos con amor...


te adoro peke...

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