sábado, 6 de marzo de 2010

CRONICA DE " el KILTRO y el MAR" parte 1

Ese día el kiltro estaba en las hermosas playas de Pelluhue, disfrutando de parte de su manada con un par de vinos y buena conversación. Aquel kiltro dejo de lado su instinto y se entrego al relajo de paradisíacas playas anheladas hace tiempo; aquel kiltro se olvido de su naturaleza, por aquellas horas de la noche.

Cuando nadie lo esperaba, oyeron minutos antes a otro kiltro aullando a lo lejos en la montaña, y entonces, comenzó todo.

Todo se movía, no existía piso, pues todo ondulaba de manera irreal y la manada en el jolgorio nocturno no podía centrar sus ideas con claridad. Cuando paso lo mas fuerte del terremoto, coincidieron con las miradas en ir directamente a sus hogares, pues como kiltros de mar, sabían lo que se venia.

Las casas craqueladas, los postes de luz en el suelo, la gente con pánico, mientras aquel kiltro nocturno recuperaba de golpe el instinto y comenzó a actuar.

Juntó a su manada y rápidamente, sin pensar en nada, subió al cerro para mantenerlos a salvo y bajó una y otra vez por mas kiltros... pues su manada ya no era una familia, era un pueblo entero.

4, 6, 7, 9, 13 y más kiltros de aquel pueblo subían a la camioneta para llegar a la montaña protectora, aquella montaña de sus ancestros; aquella que los observó antes que nacieran y que hoy estaba imponente y presta a dar asilo a su pueblo amado.

Gente caía, pero el kiltro no dejaba a nadie a tras, el kiltro siempre piensa en todos y al ultimo en su bienestar; el kiltro no se permite esos lujos.

Cuando el kiltro seguía la faena protectora, olfateo en el aire algo extraño y agudizo sus oídos para percibir lo que en su interior resonaba tan claro como la luna alumbraba su camino... su instinto anunciaba el tsunami.

En aquella camioneta, el kiltro giro su cabeza y vio como de a poco el puño de agua comenzaba a comerse las ultimas luces de diversos vehículos que el destino arrebato al pueblo, pero sabe que no puede hacer otra cosa que salvar a los que mas puede y por ahora... el kiltro debe huir...

Ya en el cerro, se escuchan kiltros y kiltras aullando a la luna mientras la pared de agua irrumpe en Pelluhue y como si todos coincidieran mentalmente, se callan para dejar paso libre al ruido lejano de la destrucción de su pueblo, de sus vidas, de sus sueños, de su gente… de sus almas.

- Tranquilos, estamos todos, tenemos vida, tenemos patas pa` seguir adelante - decía el kiltro a la manada que lloraba sin consuelo, mientras él guardaba el llanto para cuando pudiera entregarlo al viento.

Subió sólo a lo mas alto del cerro y las piernas tambalearon di ira mientras aquellos caballos de agua recorrían sin invitación su casa y su amado pueblo. Aquel kiltro callo de rodillas por un instante en lo más alto del padre cerro y lloro.
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CONTINUARA...

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